En este encuentro se lanzó la Campaña de Sensibilización sobre la Resistencia Antimicrobiana 2021-2022.
Al respecto, la COFA fue consultada sobre la manera en que los farmacéuticos podían colaborar desde la dispensación a mitigar el avance de la RAM, qué requisitos se necesitan de parte de la prescripción.
La Farm. Nogueras explicó que el farmacéutico hospitalario interviene activamente en las actividades relacionadas con la optimización del uso de antimicrobianos, liderando en muchos casos los Programas de optimización de uso de antimicrobianos (PROA) de los diferentes establecimientos y formando parte de los comités de infecciones. Y en el caso de la farmacia comunitaria, cada día más el farmacéutico está concientizado en la difícil tarea de desalentar la automedicación.
Planteó además que en la receta se debería describir correctamente la forma farmacéutica, la pauta terapéutica diaria, los intervalos, como así también los días de duración del tratamiento. La prescripción se debe realizar por la Denominación Común internacional (DCI) y también es muy importante que se precise el diagnóstico.
La representante de la COFA planteó que así como el farmacéutico interviene desde el diseño, la producción, la distribución y la dispensa del antimicrobiano, también deberían ser actores del descarte del medicamento en desuso o vencido a nivel domiciliario.
A la par, afirmó que con las presentaciones actuales, es difícil poder realizar la dispensa exacta de la propuesta terapéutica que plantea el prescriptor, puede faltar dosis en algunos casos y en otros, queda una cantidad residual que puede ser acopiado en el domicilio y favorecer no solo la contaminación del medio ambiente, sino también la automedicación, por lo que es necesario que haya diferentes presentaciones que se adecuen a los tratamientos prescriptos.
Sobre este último apartado, desde ANMAT señalaron que actualmente se está trabajando en esa línea.