La donación de sangre en el mundo no es suficiente para satisfacer las necesidades, y es desigual de un país a otro; sólo unos pocos países cubren sus propios requerimientos.

Según la OMS, Organización Mundial de la Salud, de los donantes de sangre regulares, voluntarios y no remunerados -que son quienes proveen sangre segura- casi un 90 por ciento pertenece a países de altos ingresos. En las Américas sólo un tercio de los donantes son voluntarios habituales.

Este 14 de junio se celebra por el día del nacimiento de Karl Landsteiner (1868-1943), médico e investigador austríaco cuyo gran aporte a la ciencia fue el descubrimiento de los grupos sanguíneos; sus trabajos sobre la diferenciación e incompatibilidad de estos, abrieron el camino al método científico de transfusiones de sangre. En 1930 fue reconocido con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología.

Por qué elegir ser donante voluntario de sangre
La donación de sangre es un acto altruista para el que no hay que tener condiciones excepcionales, únicamente la conciencia de que es necesaria para alguien (o para nosotros mismos, ya que 9 de cada 10 personas la necesitarán en algún momento de su vida) y las ganas de dedicarle apenas media hora. Cualquier persona con buen estado de salud, mayor de 18 años y menor de 65, y que pese más de 50 kg. puede donar sangre.
Solo el haber padecido determinadas enfermedades (hepatitis, sida, paludismo, tumores y otras), haber estado enfermo en los días previos a la donación o haber tomado algunos medicamentos, hacen que una persona no sea candidato a donar en un momento determinado.
En cualquier caso, el personal de salud que hace las colectas de sangre, hará unas pruebas y algunas preguntas para saber si el donante estás en condiciones de realizar la donación. En los casos que se lo excluya temporalmente, una vez transcurrido el período indicado, puede volver a presentarse para donar.

Donar es un hábito saludable
Al llegar al lugar de la donación (colectas en unidades móviles, hospitales y Centro de Transfusió) se hace un reconocimiento para comprobar que el donante esté en condiciones de donar (toma de presión y temperatura, niveles de hemoglobina). Posteriormente, la sangre que se extrajo será analizada para las enfermedades de transmisión sanguínea: Chagas, Hepatitis B y C, Sífilis, HIV, Brucelosis, entre otras.

¿Donar puede perjudicar al organismo?
No. Una bolsa de donación recoge 450 cc de sangre; es una cantidad que el cuerpo asume sin ningún problema cuando estamos sanos y que no causa ningún trastorno posterior. El cuerpo la regenerará en unos días mientras sigue con su trabajo habitual.
El proceso de donación dura unos quince minutos y al acabar te ofrecerán un refrigerio y bebida, junto a recomendaciones para las horas siguientes (beber abundante líquido, no cargar con mucho peso en el brazo que se haya pinchado, no fumar).

Seguridad en el proceso de donación
La donación de sangre es un proceso seguro que se realiza bajo la responsabilidad de un equipo de salud.
Todo el material que se usa es estéril y de un solo uso. Es imposible la transmisión de ningún tipo de enfermedad durante este proceso. El reconocimiento previo asegura que el donante cumple con todos los requisitos y que la donación no supondrá para él ningún riesgo.

Donar es fácil y seguro
El acto solidario de la donación de sangre es fácil y todo aquel que cumpla con los siguientes requisitos, puede hacerlo.

*- Tener más de 18 años y menos de 65.

*- Pesar más de 50 kilos.

*- Estar sano.

Donar es seguro ya que todo el material utilizado es estéril y de un sólo uso. Los donantes pasan además un pequeño reconocimiento médico y todas las donaciones son analizadas.